miércoles, 21 de marzo de 2007

Las comidas de hoy


Este paquete antiestético contiene la comida más viril que haya existido en los últimos años. Se trata de la sopa prefabricada Instant Lunch, traída directo desde los repulsivos Estados Unidos. En realidad yo la recomiendo para la cena, visto que es cuando a la gente comúnmente se le caen más los testículos por cocinar algo, pero también ud. podría basar su dieta insana en este delicioso alimento, que logra mejor que muchos combinar camarones disecados con morrones pasados de fecha, fideos de oferta en Ta-ta y arvejas transgénicas.
La virilidad de esta comida reside en que se vincula (según la triada de Pierce) al periodista hiper-stressado que apenas tiene tiempo de meterse un par de fideos hirviendo en la boca, a veces sin necesidad de la mediación de los cubiertos. El periodista de prensa, enchufado a su monitor ochentoso en su oficina inflamable, no tiene nada mejor que comer. Es probable que lo combine con café para tomar, haciendo una combinación diarreica sólo apta para personas que viven la vida hasta el límite.
Las dualidades a la hora de atacar este producto son varias. Cuando uno se enfrenta al contenido ya preparado (su preparación total no dura más de 8 minutos), no queda claro si debe comerse primero los fideos en conjunto con la sopa; si, por el contrario, debe tomarse la sopa y luego comerse los fideos, o si hay que comerse los fideos y dejar el caldito para el final. Yo, que tengo varias noches de changos e Instant Lunch, opté por atacar primero el caldo y luego comerme los fideos cuando ya están en soledad .
A tal punto llega mi fanatismo por este alimento detestable (más que nada para cualquier uruguayo, que odia con una valiosísima fundamentación cualquier elemento de la cultura norteamericana) que lo estoy comiendo mientras escribo esta columna.
Pensar que si hubiera tratado de libre comercio sería más barato(cuesta 16 pesos). Pensar también que le daríamos trabajo a los uruguayos que fabrican Instant Lunch en Estados Unidos (que probablemente sean más que los que la podrían llegar a fabricarla acá). ¿Qué paradoja no...?

1 comentario:

Anónimo dijo...

increible nota, se sentía la falta de esta infame columna. en lo que refiere al célebre Instant Lunch, lo he probado y debo decir que no está del todo mal, pero tengo la teoría de que su consumo prolongado puede causar algo así como hermafrodismo, término cuya existencia no puedo asegurar. Ideológicamente, creo que tal producto no encierra ningun misterio, por lo que prefiero tener en mis manos una bolsa de lentejas La Abundancia, que un pack de este republicano producto.

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