domingo, 25 de octubre de 2009

El presidente de todos

Presento aquí mi creación de candidato para la presidencia en estas elecciones nacionales de 2009. La imagen la elaboré hace un año, pero no es méritoria mi capacidad de anticiparme a los acontecimientos de esta campaña electoral, cuando el descenlace se caía de obvio.

martes, 20 de octubre de 2009

Cómo ser una pop star

Cuando parecía que Zulma Lobato había llevado la televisión argentina a la fosa más oscura del océano pacífico, mi extraña afición a YouTube me ayudó a encontrar a quién en pocos días terminará por destronarla de su reinado bizarro.

Podría decir que lo más destacado de cualquier pop star es su físico, o su peinado, o su forma de bailar, o por qué no su manera de cantar, o quizás la estética de los videoclips. Las opiniones podrán ser diferentes para unos y otros y divergirán según la estrella de turno. Pero este caso es diferente. Sí, señoras y señores. En este video que van a ver se destaca absolutamente cada atuendo que utiliza las cantante, cada fracción de segundo de puesta en escena, cada cuerda vocal de la cantante, cada gramo de su figura, cada estrofa de su lírica, cada movimiento de sus coreografías.

Se trata de la una impopular cantante proveniente de Chicago, a la que se la conoce como Jan Terri. Ella lo reúne todo, no le falta ni un atributo para ser una verdadera estrella del rock.

Les dejo a continuación su primer video llamado Losing You, que aparentemente fue filmado en algo así como un colector ubicado en pleno centro de Chicago.



Este Segundo video nos muestra una Jan más enzarzada en el complicado y estresante mundo del clip. En esta ocasión, nos sorprende con un video llamado Jorney to Mars, en el cual nos cuenta de un viaje a marte que por algún extraño motivo ajeno a la letra nunca llega a concretarse, y es sustituido por un paseo en una especie de 121 de las autopistas de Chicago. Nótese también que Jan fue una de las primeras en hacer chivos en clips, al promocionar en este video de mediados de los noventa, un celular de tapita que utiliza para cantar el estribillo.



Por último, la joyita de este artículo. ¿Qué sería de una estrella de rock si no pudiera seducir al sexo opuesto? Y sí. Jan no es ajena al juego de la sexualidad y esta vez se despacha enamorando a un vaquero western que bien podría ser el protagonista de una película de Clint Eastwood. También sus amigas, contagiadas por la popularidad de Jan, aprovechan la situación para cortejar vaqueros de menor envergadura, a través de exóticos juegos fetichistas como el lanzamiento de dardos.

Es de destacar el enfoque artístico del director, que privilegia primerísimos primeros planos a los rostros de los protagonistas, además de un final muy especial, que tiene la sabiduría de dejar sobreentendida lo que hubiera sido la situación más indignante que la humanidad hubiera podido comunicar por Internet.


martes, 13 de octubre de 2009

La estirpe del periodista deportivo

Como estudiante de periodismo me gusta el fútbol y la política. De chiquito me encantaba dibujar las camisetas de mis cuadros preferidos y coleccionar las listas de los partidos políticos en los años electorales.

Recuerdo la primera vez que fui al estadio, un Peñarol 1 Cerro 1, con gol de Dorta, cuando Peñarol salió campeón por primera vez en la década de los noventa, allá por el 93.

Un año después competía con mis amigos de la escuela por ver quién tenía más listas, en plena elección del 94. Las cambiábamos como figuritas. A pesar de que mi familia siempre tuvo un corte izquierdista, yo era “hincha” de Sanguinetti y mi mejor amigo de Volonté, y apostábamos por ver quién iba a ganar. Y sí, yo siempre ganaba, en política y en fútbol, porque era colorado y de Peñarol, y el blanco y de Nacional (hoy las cosas serían muy diferentes).

A medida que me fui convirtiendo en un adolescente comencé a mirar programas de política, casi siempre en la noche, los días de semana. En cambio, sábados y domingos eran destinados a programas de fútbol, como La Hora de los Deportes, Deporte Total (después se transformó en Punto Penal) y también Supersport.

Pero este año, algo rompió con ese orden rutinario de digerir la información. Y ese algo se llama Nery Pinatto y su programa: “Estado de Situación”, emitido los domingos, en el mismo horario que “La Hora de los Deportes”.

Cuando algunos profesores de periodismo decían que este último programa era una de los montajes guionados más grandes de la televisión actual, aparece este periodista en un canal como VTV, que nunca se destacó por su buena programación, para enseñarme que los malos periodistas no sólo están en el fútbol.

Empecemos por analizar el nombre del programa: “Estado de Situación”. Nótese que se trata de una conexión de palabras casi sinonímicas (en realidad es una frase comúnmente utilizada en la jerga económica, pero el programa no es de economía). Este nombre cumple una extraña función literaria que si bien es totalmente ineficaz, también es sorprendente: no dice nada y a la vez es redundante. Estaría a la altura de títulos como “Coyuntura contextual”, “Lugar de localización” o “Jornada del día”.

Sigamos, ya analizando el contenido, por la música con la que se presenta el programa. La producción de éste optó por elegir el tema de Fito Páez, Mariposa Tecnicolor, como cortina de entrada. Esta opción sería como optar por el violeta como color principal de la página de economía de “El Observador”, como empezar “Dicho y Hecho” a la par de una cumbia de Gilda, o elegir para cortina musical de “Zona Urbana” a un tema de Arjona.

Cuando el programa está por empezar y uno ya se convenció de que el señor Pinatto ya ha roto con todos los cánones sagrados del periodismo, ocurre lo más indignante: la entrevista. Más allá de desinformar a la audiencia con encuestas que presumiblemente debieron ser hechas en la rural del Prado, en una reunión de padres del Christian Brothers, o en un partido de rugby del Carrasco Polo, el formato de entrevista que propone es un “todo lo que no debe hacer un periodista”. Pinatto le tira flores a sus invitados de tuno, no los pone en aprieto ni los intenta sacar de su discurso, repite lo que ellos dicen de forma de incentivarlos y luego les hace preguntas cómplices (que a veces ni siquiera son preguntas). ¿Qué diferencia hay con los entrevistados de Punto Penal? Ninguna. El formato es el mismo. Este señor lleva la manera de hacer periodismo deportivo a la política. Lógico si se tiene en cuenta que Vtv es un canal de deportes más, disimulado solo por el informativo, “En la Mira” y programas de décimas de puntos de rating, como Victoria Magazine.

¿Cómo es posible que este señor tenga un espacio de televisión cuando centenares de jóvenes dejan sus tiempos de ocio para leer gruesos y aburridos manuales de periodismo de Tomás Eloy Martínez? ¿Sabrá Pinatto quién es Eloy Martínez? ¿Habrá leído alguna vez un libro?

En estas elecciones los medios han responsabilizado a los políticos por la pobreza de la campaña electoral. Bien deberían ellos en empezar por hacerse una autocrítica sobre la forma en que los cuestionan, y más aún, por quiénes son los encargados de cuestionarlos. Quizás sea ahí donde empiece el problema.

lunes, 5 de octubre de 2009

Tres Rosas Amarillas, de Raymond Carver

Este libro, publicado en 1988, contiene 7 cuentos cortos con algunas características comunes entre sí. No sólo se relatan situaciones incómodas y penosas para los protagonistas, sino que en casi todos los casos hay una relación de pareja tensa, marchita e incómoda, cuando no está totalmente disuelta.

La piedrita en el zapato del cuento de turno que habita en la pareja puede ser la madre del hombre, el dinero, una amante, el amante de su mujer, su ex marido, la muerte o incluso elementos que nunca llegamos a conocer.

Los cuentos, casi todos escritos en primera persona, tienen pasajes excelentes, en los cuales el lector puede encarnarse con facilidad en los ojos del protagonista, porque el relato es minucioso en detalles ínfimos, como objetos que miran cuando escuchan ciertas palabras, gestos y ruidos.

Las palabras nunca sobran. Las emociones no están descriptas, y eso es lo que hace mucho más deprimente y dramático a las situaciones planteadas. Es como una película de terror: el mecanismo no funciona mostrando, sino sugiriendo.


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