viernes, 26 de diciembre de 2008

Supo aparecer y sabrá desaparecer...

Segmentos del manifiesto Despótico Ilustre:
1. El PDI se adhiere al postulado de que una sociedad está integrada por varios subculturas que compiten entre sí en búsqueda de una hegemonía cultural.
a. Las subculturas son una delimitación artificial, un continuo de diversas acciones sociales cuyos límites no son exactos.
b. Dentro de estas subculturas hay variedades que representan todos los sectores de una sociedad. Una persona puede compartir valores de dos o más subculturas diferentes.
2. Para el PDI, existen subculturas que pueden poner en peligro la integridad de la sociedad.
3. Estas subculturas “peligrosas” incluyen a valores o acciones que popularmente se califican como extremistas o fundamentalistas. El PDI es un movimiento racional, y por tanto rechaza cualquier aspecto emotivo en su estructura interna.
4. El PDI considera que TODAS las sociedades están excesivamente regidas por factores emocionales, contrarias a lo que debería ser la mentalidad de una persona del siglo XXI.
5. El PDI cree que en sociedades enajenadas por la emocionalidad, los dueños del poder son quienes conservan su racionalidad a pesar de la tormenta irracional de los medios de comunicación.
6. El PDI rechaza cualquier lectura clasista del conflicto social. La lucha de clases es una lectura inverosímil y reduccionista de los enfrentamientos subculturales, y es por tanto parte de una subcultura “peligrosa”, que supo contribuir en su momento, pero que hoy en día no aporta nada.

viernes, 29 de agosto de 2008

Unido es lo más

No me canso de insistir en la hegemonía del amor en el mundo occidental contemporáneo. No conozco el arte de las culturas no occidentales (peco de reducción barata), pero en nuestro pequeño país, bastará unos minutos de zapping en televisión abierta o de cable para comprobar la cuasi existencia de un mundo ficticio, paralelo al real, y en realidad más causante que consecuente de éste, en el cual el amor es la finalidad última de toda vida que pretenda ser digna.

El doble efecto de esta atomización mediática banal, sin llegar a concretarse a modo de "aguja hipodérmica", baña a la gran mayoría de la juventud, cual si fuera un maremoto rosado del que todos se ahogan involuntariamente.

Es obvio que no se trata únicamente de la época actual, sino que la militancia amorosa se remite a tiempos prehistóricos, aunque siempre la finalidad fue la misma: la justificacíón del sexo. Con esto no se niega que el amor no exista, sino que su significancia social es desde tiempos inmemoriales devaluada. No es extraño que hoy en día, con la ayuda de las nuevas tecnologías, haya quienes buscan venden su sentimiento amoroso (y no sexo) a desconocidos, como si se tratara de algo posible de encontrar e intercambiar mediante un mecanismo racional.

El mundo actual es testigo la moda de la pareja de novios. Ante una eterna mirada flageladora de quienes pretenden convertir su sexualidad en lo que es (un juego de placer), la presión social logra castigar la enorme mayoría de los encuentros sexuales exigiéndoles una formalidad innecesaria. Se niega así la posibilidad de un sexo sin amor, y en última instancia, de un amor sin sexo.

La mujer, eterna ciega pero necesaria protagonista de este juego, es, como siempre, la mayor víctima del problema. Su posible etiqueta de fácil la aleja del goce despersonalizado y puro, de sus deseos más íntimos, y su sexualidad termina pasando por desamoríos formales que varían mes a mes, sin poder consolidarse en ninguno de sus paraderos legales.

Si queremos oponernos al machismo, no debemos hacerlo en base al puritanismo sexual de ambos géneros, sino que por el contrario, es necesario expandir la promiscuidad masculina hacia el seño femenino. Instaurar esta igualdad en las reglas del juego sí es el principal obstáculo para acabar con este tipo de discriminación. De esta manera y extrañamente a lo que muchos pueden pensar, las mujeres de las clases bajas son las que más han hecho en este aspecto.

miércoles, 6 de agosto de 2008

Confesiones de un oscurovidente

Siempre que tomo un ómnibus y miro los rostros de las personas que tienen el honor de viajar conmigo, me pregunto, como cualquier otro idiota lo haría, en qué mierda estan pensando estos tipos.
Más allá de las caras de culo, las risas, los i-pod, mp3 o cualquier miniatura tecnológica que lleven entre sus dedos, cada día me divierto más poniéndo incómoda a la gente. Notarán quienes viajen conmigo cómo los miró con cara de psicópata, como leo descaradamente el libro que sostienen en sus manos, o como pongo cara de asco ante la colorida bufanda de algunos jóvenes montevideanos que no distinguen la moda del buen gusto.
El viajero de ómnibus, a diferencia de aquel navegante aventurero del siglo XV, es un poroto en medio de la cacerola, que no propaga su sabor al resto de sus compañeros de olla, ni mucho menos se distingue, ni tiene la convicción de hacerlo, de los demás porotos.
En esa sopa de mediocridad es que se sumerge buena parte de nuestra insípida población uruguaya, que se contenta con la humildad, pero se confunde cuando le hablan de ambición. Y de ahí a la envidia, hay un paso de un calzado 30.
Hay que acabar con esta peste de modestidad, sacar a relucir la camiseta de superman que todos llevamos dentro, y dejar en un papel secundario la solidaridad y el sacrificio, símbolos de sufrimiento y cristianismo, para dar muestra de nuestra dignidad, y más aún, de nuestro egoísmo.
Brindemos por el fin de un país que sólo es solidario, y recibamos de la mejor manera al Uruguay más ambicioso de todos, única salida para este mundo competitivo.

domingo, 18 de mayo de 2008

La banda sonora del despotismo ilustre...

Ante la mascarada de la actual democracia que sirve de disfraz al actual totalitarismo invisible, escondido detrás de los 'derechos humanos' y otras disonancias cognitivas que hacen que la modernidad y quienes viven en ella se miren a sí mismos con autocomplacencia, Cosa Nostra Klub irrumpe con un espíritu de cinismo propio del despotismo ilustre para develar las verdades que el establishment político e intelectual no quiere oir. Por esa misma razón es que esta banda que combina tan brillantemente el Black Metal, la electrónica y fragmentos sinfónicos, es digna de ser nuestra banda sonora.




Una de mis letras preferidas, si cambiamos el CNK por el PDI, sería el mejor jingle político de la historia :

Vote for Winners

Vote CNK, enjoy your stay
Vote CNK, have a safe day
Vote CNK, on High Holy Day
Trust CNK, and Show the way
Vote CNK, Cheers Cabernet
Praise CNK, it's the great washing day
Believe CNK, stronger than
CIA, NRA, DNA, KKK, JFK

Democracy, all values obscene
God bless the system
Feeding the serpent, dressing him to fight
To spit, to destroy, to vote
Day after day, against itself

Winners, winners
Improve your life and vote for winners
You'd better have to vote for us

Put yout fucking hands in the air for us people!
Do you want everybody else to loose?
Do you want colour movies to be banned?
Do you want big red cars?
Come on people, will you vote for CNK?

Democracy, all values obscene
God bless the system
Feeding the serpent, dressing him to fight
To spit, to destroy, to vote
Day after day, for CNK
Cosa Nostra Klub fucks the yellow sub

sábado, 10 de mayo de 2008

El lúpulo retardado : el ataque de las publicidades de cerveza

Justo cuando pensaba que Uruguay tenía suficientes plagas culturales e intelectuales, yendo desde el fútbol en su actual forma de fetichismo hasta el asado más grande del mundo como reflejo de un país tan profundamente derrotista que considera algo tan absurdo como única medio de conseguir aparecer en la prensa internacional...algo apareció en la pantalla de mi televisor en un momento de ocio vacío y evasivo que me suelo conceder en algunas ocasiones : las publicidades de cerveza.

No soy precisamente un evangelista que odia el consumo del alcohol, aunque debo admitir que no soy muy aficionado al mismo. Realmente no me preocupa tanto lo que promueven sino la forma en la que lo promueven, uno tras otro, los spots publicitarios de las cerveceras me han provocado sensaciones encontradas. Primero me pregunté si me estaba perdiendo alguna pieza fundamental del enigmático puzle humano, al bucear más profundamente en las aguas (o mejor dicho, cervezas) del contenido de estas publicidades, sólo me encontré con niveles excepcionalmente altos de estupidez. Mientras terminaba de darme cuenta en qué estaba buceando y como si fuera un gran pez carnívoro que ocasionalmente ataca a humanos, la misantropía interrumpe este paseo acuático imaginario; una civilización capaz de crear algo así, está perdida y al borde del colapso. A pesar de la verdad de la conclusión, intento escapar al fatalismo y deglosar alguna de las publicidades que me llamaron más la atención :




Esta publicidad atormentó los hogares uruguayos por un buen tiempo, repitiéndose una y otra vez, como si una siniestra mano goebbeliana estuviera infiltrada en los diferentes canales de television para poner la cinta de esto una y otra vez. Podemos ver cómo la escena abre con un grupo de jóvenes supuestamente normales entrando a un conocido '24 horas'. Probablemente esto nos conscientice sobre lo malo que puede ser para la salud trabajar en publicidad, puedo imaginar a este super genio creativo que mentó esta publicidad escribiendo esto luego de su día número quince sin dormir. A esta altura es muy difícil darse cuenta que el idioma español tiene consonantes y que las personas normales, por más jóvenes que sean, las pronuncian aunque sea levemente, buscar una consonante en el diálogo inicial es como buscar a Wally en uno de los libros infantiles de esa serie.

Lo que vemos aca son teletubbies en la piel de típicos jóvenes uruguayos, por lo tanto, subnormales y oligofrénicos. Pero la parte más intensa y profunda del diálogo viene después, el punto de inflexión en la que pasa de balbuceo compuesto de vocales a un idioma inteligible. Agarra la botella, se genera el suspenso y finalmente la revelación : 'esta es la botella de cuando fuimos a AraCHania', si fuera en un cine, me pararía para aplaudir ante tan magistral logro del protagonista, ¡no es para menos!, es impresionante lo bien que habla el español a pesar de modular algo torpemente, poniendo un énfasis en la CH de 'AraCHania', aunque estoy seguro que es parte del gran plan del mega genio que se encargó de guionar este spot. Pudo ser Sarandí del Yí, San Gregorio de Polanco, Tarariras, pero no, fue AraCHania con CH. (Hubiera preferido un gulag en Siberia del que nunca regresaran) De ahí pasa al clímax, un diálogo que le debe haber costado miles de dólares en sustancias al maestro del arte para asistir su creatividad. En esta parte, podemos observar la elevación poética que inspira la cerveza a este individuo, debe haber sido impresionante el esfuerzo para poder decir cosas como 'el circuito cervecero' o 'el lúpulo viajero', casi como una disertación sobre la aplicación de la matemática a sistemas no lineales, probablemente esto haya provocado un colapso del protagonista. Incluso sospecho que lo que vemos en la próxima escena es un doble. Por acto de magia, pasan todos a hablar en español y de AraCHania, la botella es enviada por encomienda a la mesa de Julia, lo último que puedo esperar de un híbrido entre top model y estrella porno es que se llame Julia y que esté remotamente relacionada con alguien que no se baje de un auto de menos de U$S 100.000, mucho menos personas cuyo coeficiente intelectual no es más de 50 y que hablen como teletubbies con voz gruesa. Eso sin mencionar la forma eufórica en que recuerdan que la misma botella estuvo presente en el máximo logro deportivo en algún campeonato para personas con funciones cerebrales reducidas en el deporte para couch potatoes por excelencia : el fútbol 5 (antes de hacer cualquier comentario respecto a este juicio categórico debe buscarse el concepto HTFU en google y repetirlo al menos 1000 veces frente a un espejo).

El mensaje parece ser que si tomamos esta cerveza vamos a poder evadirnos de una reunión entre dos viejas o rodearnos de gente sonriente y cool en una reunión superinteresante donde todos tienen copas de la misma cerveza (el mensaje está reforzado). Si es que existe una segunda parte y formo una serie anti publicidades de cerveza, podemos sacar una generalidad de cómo estas piezas intentan recurrentemente asociar sus cervezas con este tipo de situaciones sociales idílicas. Me da algo que pensar sobre qué clase de trabajo hicieron en la mente de las personas que tan felizmente (o eso aparentan) posan mostrando que están tomando cervezas, quizás tratando de emular lo que vieron o en un intento de elevar su aceptabilidad social a un nuevo nivel a través de esta. ¿por qué no vemos gente posando en fotos tomando coca, yoghurt, gatorade o malta o redoxon?

Las publicidades siempre reflejan las aspiraciones de su 'target' y en el mundo de las apariencias, mientras la gente intenta ubicarse a sí misma en la publicidad tomando la cerveza, trata de ahogar sus inseguridades de identidad y socialización por falta de autoconfianza.
La imagen juvenil, de libertad, gente cool o rebeldía (pienso en el Pilsen Rock con esto) a la que se intenta vincular la cerveza se ve aplastada ante mis ojos cada vez que veo algún grupo de adolescentes (o no tanto) intoxicados saliendo de una noche de juerga, sólo huelo desesperación e inseguridad de individualidades sofocadas ante una sociedad que intenta estandarizarlo todo con categorías, incluso su identidad.

Si alguien cree que mi posición sobre estas publicidades tiene que ver con frustraciones relativas a no ser un publicista yo mismo, es verdad, lo acepto, tanto, que deseo desahogarme y sugerir la segunda parte de esta publicidad con la continuación del 'circuito cervecero'.
La primera escena contaría con los mismos protagonistas de la primera parte luego de una intensa noche de faena alcohólica, apenas capaces de caminar subiendo un auto y yéndose. Próxima escena : una persona haciendo un peritaje entre sus cuerpos cubiertos (la selección natural funciona de formas sutiles) por mantas blancas sobre pavimento cerca de lo que queda del auto y uno de los cuerpos con un papel conteniendo el deseo final de ser enterrado en Arachania, decirle a Julia y al gordo de Rentistas que los quiere, mientras que en la otra tiene una botella de cerveza intacta, que de forma totalmente aséptica y con guantes de látex, es tomada por el encargado del peritaje para meter en una bolsa de evidencias (para darle un toque CSI) Luego la toma se hace más general desde arriba mientras se ve la escena rodeada con cintas amarillas, ambulancias y el slogan 'el circuito cervecero debe continuar'.

viernes, 4 de abril de 2008

La verdad no es una pantalla de colores

Los viejos deberían pensar como los viejos de antes

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La ausencia de patriarcas auténticos en la sociedad contemporánea

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viernes, 28 de marzo de 2008

Cuando las cosas tienen que dejar de ser lo que parecen

Es impresionante como los años le van poniendo una desdicha cada vez mayor a los diálogos cotidianos que uno va teniendo a lo largo de los lunes de agosto, cuando ya no se está dispuesto a soportar siquiera un torpe costumbrismo del SUJETO parlante.
Lo pero de todo es que, inútil ante tal accionar, hasta nuestro propio organismo se vuelve tan predecible como el futuro movimiento de piernas de una cuarentona militante del partido nacional, sobre una caminadora, claro está.
Qué divertido que sería imitar a ser locos, o al menos descolgar la cordura de su perchero caduco, y escupir en la cara a quienes nos pregunten sobre el estado del tiempo en el ascensor, o más astuto aún, actuar a lo profesor Tornasol, y contestar un absurdo por que sí, sin molestarse después de mirar el rostro descolocado del sujeto parlado.
Pero por qué nosotros, los escasos lectores que soportan los caprichos de esta Columna, tenemos que ser los responsables de llevar a cabo esos accionares. Me gustaría parar un ómnibus y deleitarme con la exhibición de nalgas de un guarda ante el desconcierto generalizado de las viejas que, fieles a sus costumbres y a sus posibilidades físicas, nunca tuvieron otra que sentarse en los primeros asientos y amargarse con la tiranía radial del chofer.
Lo peor de todo es que esa suerte de reproducción autómata ha copado con un éxito silencioso y efectivo todo el recorrido de nuestros días. No conozco a nadie que, en un ataque de ira contra su colchón, haya optado por dormir sentado, tampoco quien se siente al revés en su inodoro ,y menos aún, alguno que se tome el trabajo de ingresar a un baño público y escribir las iniciales de R. Mutt con un marcador negro en cualquier urinario.
Y, aunque me cueste creerlo, la gente hace tiempo que dejó de hacer el amor con las persianas abiertas y la bosa nova a todo volumen; nadie se toma el trabajo de vomitar en la vía pública a las tres de la tarde, ni de alegrarle la vida a un bichicome llevándole un poco de licuado de ciruela a su aposento.
Y eso que a pesar de ser uno de las pocas personas que con dignidad y hasta orgullo ratifican su soltería, me he dado cuenta de que la metodología del levante (que sin ningún temor a ser considerado adónico, podría decir que por muchos años en mi vida la he practicado con éxito) se remite siempre ha los mismos aspectos, casi estructurales, parámetros que de por cierto me han aburrido y desgastado por su repetición constante y su falta de variedad (y lo peor de todo es que el éxito de uno termina por depender más de la rigidez con la que despliegue el método que decualquier otra cosa). En otras palabras, y esto sucede en los dos sexos, se termina premiando más la normalidad (que tanto aborrezco) que la singularidad.
Y así seguimos siendo nosotros, repitiendo y reproduciendo un mismo plato que ya estamos empalagados de tanto comerlo. Ingerimos los "hola, ¿todo bien?", los "bien, ¿y vos?", los "acá ando", los "¿Qué contás?", y que se yo cuántas formas inmundas de abrir la boca diciendo moscas, para tapar el vacío, lo efímero de nuestra existencia ya preestablecida y estipulada. Y es que en realidad hay muchos intereses que van a hacer cualquier cosa por evitar que contaminemos una reunión familiar con un pedo caliente ,o que nos lavemos nuestros dientes en medio de una clase de filosofía.
Sin creerme el astuto creador de esta ideología que tengo el honor de reproducir (solo actúo como mediador), ya podrán encontrar ustedes este tipo de pensamientos en algunos blogs de amigos míos o quizá entablando un diálogo con algún pordiosero de esos que cambian sus calsoncillos a cambio de alguna ración de café con leche.
Quisiera ver a los mismos que protestaron en contra del artista de Habacuc a ver qué tanto hacen por cambiar un mundo donde las luces de las calles se encienden siempre a la misma hora, o inclusome gustaría observar a los editores del diario El País, estudiando qué tantos límites se impondrán para realizar una orgía entre los tres, en un triunvirato fatal de lujuria.
No soy el primero, pero no me queda más que insistir en una lucha constante contra el racionalismo, que no solo se impone como el pensamiento por excelencia de la raza humana, sino que se declara a sí mismo como el único posible, a lo Georgito Bush con la democracia, o a lo Mario Alvarez en la mitad de la cancha de Peñarol.

viernes, 14 de marzo de 2008

Somos lo que leemos

Hasta los oponentes más acérrimos del mecanismo de la cadena de mails me enviaron un correo que trataba acerca de un artista costarricense cuya obra (llamada "Eres lo que lees") consistía en la presentación de un perro vivo, atado, en un estado deplorable y apunto de morir en inanición. Hoy en día, el artista no confiesa el futuro del perro y alega que se reserva la confesión de decir qué pasó con el animal.
Cómo no podía ser de otra forma, este hecho hizo surgir delante de cada computadora del mundo un militante fervoroso y activista (aunque sólo virtualmente) de la defensa de animales, especialmente caninos (nunca hubo ni habrá democracia con los animales; uno puede amar a un beagle con la misma pasión que baña de raid a una miserable cucaracha que se cuela por la cocina).
La militancia virtual no se hizo esperar: una cadena de mails arrasó con todas las casillas, incluso las que tienen defensa antispam y patovicas incluidos. Se creó un blog para juntar firmas en contra del artista centroamericano (¿para presentárselas a quién?), y todo una serie de medidas intrascendentes que trataron de demostrar lo horrible que puede llegar a ser el arte humano. En definitiva, un movimiento masivo pero a la vez inmaterial, más preocupado por denunciar el hecho que por tomar una partida concreta del asunto.
No descarto que hayan habido manifestaciones concretas sobre este happening, pero en esta oportunidad me voy a centrar en la crítica por internet, que indudablemente abarcó a una mayor cantidad de voces, por cuestiones de naturaleza del medio.
Voy a plantear tres focos que la masa militante ha sido incapaz de ver, no sólo por su ignorancia, sino también por su falta de perspectiva. Recordemos que este blog pertenece al PDI, así que si no les gusta el elitismo presente en esta columna, ni se molesten en leerlo, pero sepan que a la minoría privilegiada se llega por un ejercicio mental y no por cuestiones de raza ni sangre; cualquiera puede llegar a ser un Ilustre, sólo es cuestión de ponerse en práctica. Incluso creo que mi visión puede y debe mejorarse, el camino hacia la ilustración absoluta nunca cesa.
En primer lugar, la humanidad permite asesinar animales en nombre de la ciencia, pero no del arte. Esto parecería desembocar en el tras fondo del eterno debate entre disciplinas humanas vs ciencias duras, o, en otro nivel, de razón vs sensación, entre otras tantas posibles oposiciones binarias (Kant vs Descartes, marxismo vs capitalismo, Peárol vs Nacional, Scorpion vs Sub Zero, Ryu vs Ken, arroz vs ciruela, Kabal vs Stryker, Zangief vs Dee Jay, Vascolet vs Suavecito, de Vívere). El autor de esta obra termina por hacernos reflexionar, consciente o inconscientemente, hasta que punto seguimos ubicando de un lado a la ciencia y de otro al arte. Decimos que el conocimiento científico debe estar al servicio de la moral, pero nos hemos olvidado que el arte siempre se ha burlado de esa moral, que ha jugado muchas veces como elemento emergente que no hace más que ridiculizar nuestros valores absurdos, y en este hecho concreto no creo que se trate de una excepción.
En segundo lugar, y muy ligado al primer punto, el desconcierto de la gente se remite a la superflua muerte de un perrito de la calle, cuando detrás de esa indignación social, por así llamarla, se esconde una verdadera bolsa de injusticias, no sólo en la región centroamericana sino en todo el mundo. Cuando se trata de defender a los animales todo el mundo accede; de seguro muchas familias tienen su perrito tierno en la casa y es motivo de diversión para muchos hijitos. Pero cuando el problema es el hambre, las enfermedades venéreas, o los efectos del imperialismo hacia media humanidad, la militancia se disuelve como si fuera azúcar en una tasa de té. "Qué horrible", "compremos unas remeras para "unicef" y por ahí queda la cosa. Claro está que ninguno de los que participó de este pseudo evento virtual tiene de mascota a un niño de color de Sudan, moribundo de cólera y desnutrido. La lastima que sentimos por el perro termina siendo producto de la cercanía que tenemos con ellos. Es obvio que la elección de ese animal y no de otro responde a un factor de conmoción. No me imagino que alguien hubiese gastado un mínimo de esfuerzo haciendo una cadena acerca de una rata "torturada"
Si nos ponemos a pensar cinco minutos sobre el tiempo que hemos perdido enviando cadenas sobre este artista no muy afín con los caninos, no vamos a tardar en darnos cuenta que evidentemente hay alguna transgresión en nuestros valores que nos hacen valorar más a un perrito enfermo, que a un problema de la humanidad. En última instancia, los efectos de la obra del artista lo demuestran. Sería estúpido pensar que el autor de la obra no iba a poder presuponer cuáles serían éstos. Al ver un happening de esta magnitud lo primero que habría que hacer sería haberse puesto en la piel del artista, y preguntarse qué carajo quizo reflejar.
Incuso el mecanismo de la cadena no hace más que ir en contra de su propio objetivo; se termina haciendo famoso al artista en todo el mundo, y también se termina generando varias opiniones a partir del hecho. No creo ser el único en reconocer al artista y en defenderlo y todo gracias a una cadena que, en última instancia, termina por colaborar para que el artista sea más famoso en todo el mundo, y por tanto, más reconocido. Quien quizo sabotearlo debío enterrarlo en el olvido, mostrar su mayor indiferencia frente a un hecho que trató con éxito de provocar a los espectadores.
En tercer lugar, el artista no mató al animal, solamente "lo dejó morir" (eeste punto también será rebatido después). Mismo rol tuvieron en definitiva los que asistieron a esa exposición. Quienes alguna vez tocamos un libro de arte sabemos que los movimientos de la segunda mitad del siglo XX se caracterizaron por una fuerte invitación a la participación del espectador en la obra, cuando esta última no trató de provocar la indignación de quienes la miraban. Después de todo, esta obra parece ser un caso más de esta situación comunicativa entre espectador y artista, pero también trata de demostrar al mundo del arte cómo el público a veces no reacciona ante su objeto; el artista estaría tratando de demostrar que el arte no tiene tanto feedback como cree tener.
Además, si hay algo que queda en claro es la hipocresía del público: se queja de la naturaleza de la obra de arte, pero nadie hizo nada por cambiarla, al menos, dentro del museo. En última instancia, muchos de los que creen opinar sobre arte siguen teniendo esa concepción de arte del siglo XVIII, en que la obra se mira y no se toca, sólo está para ser contemplada. El público, muy activo para quejarse, pero muy pasivo para hacer que ellos mismos hubieran considerado útil, termina siendo una especie de pseudo referente de la obra, que no hace más que desnudar la hipocresía del mismo.
Misma situación pasa con quienes participan en la cadena de correo electrónico: una forma barata de lavarse la conciencia. Quien pretenda defender los derechos de los animales tendría que inscribirse en una liga defensora de animales o al menos tratar de invocar al Capitán Planeta. Sin embargo, la masa indignada ha optado por enviar una cadena de correo electrónico (el mecanismo más desprestigiado para trasmitir información), algo que de seguro les cuesta no más de 2 minutos y les purifica su conciencia, cuando en realidad no han hecho ni lograrán absolutamente nada. La analogía existente entre el proceso de quienes participan virtualmente de la protesta y quienes contemplaron la obra en el museo es total.
Hasta aquí he escrito algunos pequeños detalles que la obra nos hace reflexionar, siempre y cuando nos pongamos a pensar un poquito más allá del animal y tratemos de ver elementos que subyacen en nosotros mismos, es decir, en la reacción humana. Pero para que la obra se complete es necesario la acción humana y veamos por qué. Vayamos entonces a una explicación de la obra, bastante sencilla para quien se propone pensar críticamente.
Si se analiza la obra en relación a su título ("Eres lo que lees"), es perfectamente entendible el derecho del artista de reservarse el estado actual del perro (¿Vivo o muerto?), como sus declaraciones que confirman que el perro de alguna manera está vivo porque vive en nosotros. El discurso que legitima la obra es bien sencillo. Es más, hasta diría que está gastado. A mí entender, el título hace referencia a la forma en como leemos un fragmento de lo que pasó con el perro. A partir de lo que lo que se pudo ver, el público termina por construir su propia historia de lo sucedido, aún no sabiendo qué fue lo que sucedió con el perro. A partir de lo que "leyeron" de la obra, todos lo creen muerto, y todos suponen que estaba enfermo. La obra afirma que el público se determina con lo que vio y prueba de ello es la cadena de correo electrónico que me ha llegado. En definitiva, el espectador, a partir de lo que ve (o de lo que lee en su correo electrónico), inventa una historia que vive en él. Obviamente que la verdad sobre la actualidad del perro no importa, si lo único que interesa es la historia que vive en nosotros a partir de lo que vimos.
En definitiva, cuanto más nos quejemos y más escándalo hagamos sobre lo acontecido en la obra, más justificada quedara ella. En tanto que más exitosa habrá resultado, más vivirá lo que vimos, independientemente de lo que en realidad pasó. Parece que en última instancia la obra contiene la estructuraa de una crítica a los medios, es decir, de su forma de construir la realidad. Con el tiempo y con su acostumbramiento a estos, la mente humana no ha hecho más que reproducir esa forma de comprender lo que pasa alrededor nuestro. Lo que no nos imaginamos es que entre lo que verdaderamente pasó y nosotros, el intermediario tiene el poder de mostrarnos lo que quiera, y cual si fuera un lector modelo, nosotros damos por sobreentendido el resto.

jueves, 13 de marzo de 2008

Intermediario

El teclado tiene una determinada cantidad de teclas; todo lo que yo o cualquier persona pueda escribir en un blog ya viene determinado.

miércoles, 12 de marzo de 2008

La espacialidad de la política

La costumbre de los políticos del siglo XX y principios del siglo XXI radica en ubicarse en un mapa unidimensional de posición. Este esquema, en última instancia, no sólo se ajustaa ellos, sino que también lo es hacia cualquier tipo de personas, e incluso es la única forma de resumir la realidad que utilizan los politólogos.
La unidimensionalidad se codifica a través de los polos "derecha" e "izquierda"; se caracteriza a su vez por proponer un centro democrático y extremos identificados con modos de ejercer el gobierno autoritarios.
¿Por qué la política tiene que estar sujeta a esa unidimensionalidad? ¿No será posible establecer un marco bidimensional que redefina el listado tanto de posibilidades como de métodos de análisis?
Adiestremos nuestro ojo crítico de forma ilustre...

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